Un estudio sobre sus funciones, capacidades y actividades.
Actualizado al 5 de diciembre, 2023.
Las ESF son organizaciones complejas encargadas de la fiscalización externa a entidades públicas. La labor de las ESF consiste en la promoción de la rendición de cuentas, la vigilancia del gasto público, la evaluación del desempeño, así como la identificación de riesgos y actos de corrupción.
Las ESF funcionan como mecanismos de control y supervisión por parte del poder legislativo al ejecutivo, en una dinámica de pesos y contrapesos democráticos.
El objetivo de esta investigación es analizar las condiciones, capacidades, funciones y resultados de las Entidades Superiores de Fiscalización (ESF) locales, con un enfoque en su papel en el control de la corrupción.
Órganos y entidades de fiscalización: funciones, capacidades y actividades en materia anticorrupción.
La primera edición se enfoca en describir las condiciones de las auditorías a través de diez dimensiones clave, centrándose en su estructura formal. En futuras ediciones, se explorarán elementos informales para obtener una visión integral.
Dado el enfoque en la estructural formal, la recopilación de información se restringe a la revisión de documentos oficiales, como leyes, manuales, códigos de conducta, planes anuales de trabajo, informes de auditorías y otros disponibles en el sitio web. Se excluyen solicitudes de información, entrevistas y cuestionarios para replicar la experiencia del ciudadano promedio que busca información de su entidad de fiscalización.
En esta edición, se evalúan 32 Entidades Superiores de Fiscalización Locales (ESFL) en términos legales y normativos.
Estas dimensiones ilustran aspectos claves desde una perspectiva organizacional.
Es la facultad de una ESF para planificar, programar, ejecutar, informar y dar seguimiento a los procesos de fiscalización superior. La autonomía también implica establecer criterios propios de selección de personal y de gestión de sus tareas, definir y utilizar su propio presupuesto y contar con reglamentos internos para la gestión de sus funciones.
Se refiere al proceso de planificación del Programa Anual de Auditorías (PAA) que guía las actividades de auditoría de la entidad. La planeación de auditorías debe ser transparente y abierta, para que sea posible objetar e intervenir si el proceso no ha sido adecuado o se han dejado fuera entidades prioritarias.
Se refiere al cumplimiento del Programa Anual de Trabajo (PAT), llevando un control minucioso de las auditorías proyectadas en los plazos y fechas, cumpliendo con los estándares necesarios de calidad. Una planificación adecuada depende de las capacidades y recursos disponibles en la organización, incluyendo al personal y sus habilidades.
La ESF debe presentar informes al Congreso que sean accesibles y estén redactados en un lenguaje claro y sencillo, de manera que puedan ser revisados por periodistas y la ciudadanía en general. Estos informes desempeñan un papel crucial en la generación de confianza por parte de los diferentes actores interesados en las ESF.
El éxito de las ESF depende de cómo y en qué medida se utilizan sus hallazgos. Por lo tanto, los informes de auditoría deben ser claros, detallados y accesibles al público. Deben destacar riesgos y faltas, ofrecer recomendaciones para mejorar la eficiencia y la transparencia, y ayudar en la gestión de recursos y la prevención de la corrupción. Estos informes no solo evalúan, sino que también impulsan el aprendizaje organizacional y las reformas en la gestión pública.
Consiste en la revisión de las recomendaciones emitidas por parte de las ESF para atender las áreas de riesgos, fallas y errores detectados durante el proceso de auditoría. Las entidades auditadas tienen la obligación de acatar y dar resolución a las observaciones por parte de las ESF. Existen situaciones aún más graves como la detección del mal ejercicio de recursos públicos para lo cual las ESF también cuentan con capacidades legales y de investigación.
La estructura formal de una organización se refiere a su aspecto visible y está regulada por normas y leyes. Esto incluye todas las reglas escritas, códigos, reglamentos y también cómo se organiza en un organigrama. En el caso de las ESF y considerando sus requerimientos técnicos, el proceso de ingreso, promoción dentro de estas organizaciones requiere de mecanismos meticulosos y precisos.
Dada la sofisticación de las auditorías, así como los crecientes esquemas de desfalco y fraude que existen, se espera que el uso de estas tecnologías sean parte integral y normal en el proceso de auditorías. Las herramientas tecnológicas se requieren para la detección de patrones, investigación de esquemas de transacción inusuales, identificación de redes de corrupción y tráfico de influencias.
Se refiere a la comunicación que mantienen las ESF con la ciudadanía en un ambiente de transparencia y legitimidad. Se espera un intercambio constante por distintos canales de comunicación con diferentes fines, como la comunicación de resultados, la divulgación para informar qué hacen las ESF o la promoción de la cultura y conocimientos en materia de fiscalización.
Las ESF deben coordinarse con un gran número de organizaciones y entidades, como congresos, entidades públicas de todos los niveles de gobiernos, ministerios públicos y fiscalías. La coordinación es un proceso organizacional, que implica el intercambio de información, así como los instrumentos y mecanismos destinados a potenciar la alineación voluntaria o forzosa de las tareas y esfuerzos de las organizaciones del sector público.
Se utilizó un análisis de conglomerados para evaluar a las ESF y categorizarlas en tres grupos: las que muestran mayores avances, las que están en un punto intermedio y las que muestran un desarrollo mínimo. Las ESFL de mayor puntuación no necesariamente cumplen con todas las capacidades requeridas, simplemente muestran un mayor desarrollo en comparación con las demás.
La mayoría de los indicadores son variables cualitativas, que para su operacionalización se convirtieron en variables dicotómicas (sí o no). Únicamente en los indicadores donde se retoman montos y número de auditorías se incluyen variables cuantitativas. Esos resultados se muestran a continuación.
Las gráficas que muestran valores en 0 indican que la entidad de fiscalización no reportó el gasto.
Indicadores
A partir del análisis, se encontraron algunos hallazgos generales, así como otros relacionados con la metodología del estudio. En futuras ediciones, se explorarán con mayor profundidad interrogantes y casos de estudio, permitiéndonos pasar de aspectos visibles de la organización a elementos más ocultos.
1. Las ESFL fallan en la fiscalización debido a las bajas posibilidades de revisión y control, por lo que su papel dentro de los sistemas locales anticorrupción está en entredicho.
2. El estado, avances y capacidades de las ESFL son relativamente bajas y con serias deficiencias.
3. No puede afirmarse que ninguna cumpla con condiciones suficientes para ser considerada una ESFL sólida, robusta y efectiva.
4. Debido a las diferencias entre las dimensiones, no puede puntuarse las entidades de forma general, por lo que no pueden calificarse, pero se reconoce que en general todas tienen deficiencias en más de tres dimensiones.
Mejorar las ESFL es esencial para el Sistema Nacional Anticorrupción, la rendición de cuentas y la eficiencia en la gestión pública. En consecuencia, se plantean las siguientes recomendaciones generales, las cuales se enriquecerán conforme se obtenga más información en futuras ediciones.
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